El arquitecto Jorge Bonavita, detenido por la tragedia del hotel Dubrovnik en Villa Gesell, también es bombero y estuvo presente en las tareas de rescate tras el colapso del edificio. Durante más de diez años, Bonavita fue responsable de las obras en el lugar, contando con la confianza de la propietaria, Rosa Stefanía.
En la noche del incidente, Bonavita, de 55 años, acudió a la zona afectada en Avenida 1 y Buenos Aires, llevando consigo los planos iniciales para colaborar con los equipos de rescate de Villa Gesell, Pinamar y Madariaga. Con ellos compartió detalles sobre las reformas realizadas y describió la inusual forma en que el edificio colapsó. Horas después, se puso a disposición de la fiscal Verónica Zamboni, brindando información y aclarando que había dejado de trabajar en las obras en agosto. Según explicó, el proyecto para un nuevo ascensor se realizaba sobre una estructura de tres pisos, y no imaginó que uno de los obreros detenidos lo acusaría de continuar dando instrucciones hasta fines de septiembre.
Este martes, tanto su casa como su estudio en Madariaga fueron allanados por efectivos de la policía bonaerense y federal, en busca de planos adicionales y de una bitácora que pudiera contener detalles de las obras. También revisarán su teléfono celular para buscar indicios. La fiscal Zamboni considera que su detención es crucial para evitar posibles intentos de entorpecer la investigación.
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