05-01-17 Antonio Pereyra, más conocido artísticamente
como Anthony, anda por los 80 años de edad y es el último sobreviviente de “Las
Águilas Humanas”, un grupo de trapecistas mundialmente recordado por sus
inicios allá por los años 60, está en Gral. Madariaga formando parte del Circo
Real que se halla actuando en el predio del ferrocarril, acompañando a su hija
que forma parte del elenco que está haciendo las delicias del público de
nuestra ciudad
Posee un record Guinnes que puede certificarse fácilmente
buscando en Internet, por ser el trapecista más viejo del Mundo y tiene una
rica y fascinante historia como artista del aire que le resumió a TRIBUNA en
una mañana de Enero, bajo el sol caliente del verano.
La vocación de Antonio (o Anthony) nació en la panza de
su mamá, una trapecista chaqueña cuyo marido era payaso y trabajaban en uno de
los tantos circos criollos que anduvieron por el universo, habiendo llegado por
primera vez a Gral. Madariaga hace 58 años, según recuerda en que se instalaban
por la zona de la Buenos Aires de tierra, donde vivía un vecino propietario de
caballos criollos que les prestaba para la obra “Juan Moreira”, pero que una
vez subió al escenario con una daga importante para defender al protagonista
que había sido muerto por la espalda, al grito de “Así no se mata a los
hombres…” que determinó que bajaran el telón antes de tiempo para convencerlo
que era sólo una ficción
Le preguntamos sobre “Las Águilas Humanas” y nos dijo que
fueron 20 famosos trapecistas de Chile, Argentina, Japón y México, entre otros países
desde el 60 hasta el 2.000 en el que se disolvió por el fallecimiento de todos,
quedando él como único sobreviviente, por ser el más joven ya que cuando los
demás tenían entre 30/35 años, Pereyra andaba por los 18. En esa troupe estaba
la señora de Sarrasani, Hugo Venturino de Chile y los hermanos Villalba de
nuestro país, habiendo sido los mejores del planeta
Su mamá aún vive en
una alejada zona del Chaco, con su más de 114 años, siempre recordando
su vida en el circo
Antonio ha pasado por muchos circos reconocidos como el
Casali, el Rodas, el Real Madrid, el Australiano, el Palace de Mónaco, por
nombrar sólo algunos de tantos inmemoriales
En pocos días más retorna su actividad como trapecista en
Chile y de allí seguramente a destilar su sabiduría del aire por Europa,
proyectándose en lo más alto de la carpa, como si quisiera abrazar el cielo que
es el único límite, desde la tierra y hacia la cuerda y el alambre, los pocos
amigos incondicionales de esa riesgosa profesión que Anthony eligió para ser recordado
por los tiempos
Quiero el número del celular de Anthony Pereira el trapecista Antonio
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